Leyendas De Guatemala

 

 La tatuana 

Cuenta acerca de una mujer acusada de brujería, motivo por el que fue encarcelada y sometida a las leyes de la Santa Inquisición lo cual la mujer se volvió loca e hizo un pacto con el diablo. Este ser la liberó de la cárcel. Además, la condenó a vagar eternamente sobre un barco en los días de lluvia.

Una de las versiones más antiguas, afirma que en la época colonial guatemalteca existió una mujer joven y bella, de origen mulato. A esta la llamaban Tatuana, quien disfrutaba de los placeres carnales y del lujo. Sus actitudes no eran bien vistas en una sociedad como la de ese entonces, Se acusó a la mujer  de hacer hechizos para atraer a los hombres. Además se dijo que era codiciosa y no seguía los preceptos de la Iglesia. Esto dio paso a que La Tatuana fuera juzgada por el tribunal de la Santa Inquisición y fue condenada a muerte, la mujer se rehusó a confesar sus pecados antes de morir. Según cuentan, la noche anterior a su ejecución pidió como última favor que le brindaran un trozo de carbón, unas velas y unas rosas blancas.

Utilizó las cosas para realizar en su celda un altar y un hechizo. Con el trozo de carbón pintó en la pared un gran barco, esto lo hizo con el propósito de que a través de ese símbolo, ella pudiera escapar de cualquier peligro, mientras recitaba conjuros. Entonces apareció frente a ella el demonio, quien la sacó de allí en el barco que había pintado en la pared.




El Xocomil

Antes de la formación del lago de Atitlán hubo tres ríos que se unían al centro de los tres volcanes. Así es como comienza la interesante leyenda del Xocomil en Guatemala.

Cada mañana, la hija del cacique de la región se bañaba en los ríos dirigidos hacia los imponentes volcanes. Su nombre era Citlatzin, que significa Estrellita. Citlatzin era hermosa y cantaba con una dulzura incomparable. Es por esto que los ríos se enamoraron de ella. Cada día esperaban el baño de la doncella con anhelo. Los tres ríos se consideraban a sí mismos como amantes de Citlatzin, pero sabían bien que ella era la prometida del hijo de otro cacique.

Una mañana después de su baño cotidiano, Citlatzin se encontró con Tzilmiztli, un plebeyo. En esa región no era permitido que la nobleza tuviera relación o contacto alguno con los plebeyos. Sin embargo, eso no impidió que se enamoraran.

Los ríos se cegaron por los celos y pidieron al viento que cuando los jóvenes enamorados acudieran a los ríos, empujara a Tzilmiztli para que se ahogara en las aguas enfurecidas mezcladas con el viento. Cuando Citlatzin notó lo que estaba sucediendo, decidió que no podía vivir sin Tzilmiztli. Así que voluntariamente entró a las aguas y, en medio de la furia, tomó la mano de Tzilmiztli para luego hundirse con él hasta las profundidades.Los ríos, al ver que Citlatzin había decidido acabar su vida junto a Tzilmiztli, se enfurecieron aún más hasta formar un choque de corrientes que cubrió casi toda la región. 

Según la leyenda, fue así como se formó el lago de Atitlán.  Las aguas nunca olvidaron la traición de su amada y junto con el viento todavía protestan su pecado.



El carruaje de la muerte

Esta leyenda habla sobre le vehículo que es llevado por caballos negros con ojos de fuego y que se escucha por las calles y barrios del país luego de la hora de las ánimas. El propósito del paso de este carruaje es ir en busca de las almas de los moribundos. Pero todo aquel que ve el carruaje corre también el riesgo de ser llevado.
Su personaje principal es llamado Mario, Después de un largo y arduo día de trabajo en el campo, Mario se dirigía a su casa en la ciudad. Ya casi anochecía y caminaba de prisa. Poco antes de llegar a su casa escuchó el sonido de un carruaje muy cerca, lo que era muy normal en aquella época. Pero este sonido era diferente, sintió mucho temor. Corrió y decidió esconderse en el parque, detrás de los árboles. Mario no se quedó tranquilo y junto con su amigo decidieron esperar esa noche y así confirmar si los rumores eran ciertos. Se encontraban en parque bajo la noche fría y solitaria cuando comenzaron a escuchar el sonido de un carruaje. Poco a poco pudieron verlo, cada vez más cerca. En efecto, se trataba de un carruaje negro, tirado por caballos negros y con un conductor vestido completamente de negro también.

Cuando por fin el carruaje estaba frente a ellos, el conductor los observó fijamente y ambos hombres se desmayaron. A la mañana siguiente, despertaron de frío. Desde entonces, tanto Mario como su amigo se esconden donde pueden cada vez que escuchan el sonido de un carruaje, sobre todo por las noches.


Hombre que vendió su alma

Un hombre bueno, pero infeliz decidió salir de apuros vendiendo su alma al diablo, así que decidió invocar a Kizín y cuando los tuvo delante le dijo lo que quería. A Kizín le agradó la idea de llevarse el alma de un hombre bueno.

A cambio de su alma el hombre pidió siete cosas una para cada día, para el primer día quiso dinero y en seguida se vio con los bolsillos llenos de oro, para el segundo quiso salud y la tuvo perfecta, Para el tercero quiso comida y comió hasta reventar, para el cuarto quiso mujeres y lo rodearon las más hermosas. para el quinto quiso poder y vivió como un cacique, para el sexto quiso viajar y en un abrir y cerrar de ojos estuvo en mil lugares.
Kizín le dijo entonces:

Ahora ¿qué quieres?, piensa en que es el último día, ahora solo quiero satisfacer un capricho, dímelo y te lo concederé.

Quiero que laves estos frijolitos negros que tengo, hasta que se vuelvan blancos. Eso es fácil dijo Kizín, y se puso a lavarlos, pero como no se blanqueaban, pensó: “este hombre me ha engañado y perdí un alma, para que esto no me vuelva a suceder, de hoy en adelante habrá frijoles negros, blancos, amarillos y rojos“.


La Siguanaba

Esta criatura de la mitología guatemalteca se presenta a los hombres infieles como una mujer de hermoso cuerpo y cabello largo. Pero cuando la observan de cerca, tiene rostro de caballo.
Según la leyenda, La Siguanaba se aparece frecuentemente en áreas solitarias, especialmente en barrancos. Esto se debe a que es ahí a donde atrae a los hombres para luego arrojarlos, haciendo que pierdan la vida y el alma a favor de ella. En otra de las versiones se afirma que La Siguanaba era una mujer joven que fue obligada a casarse con un hombre cuarenta años mayor que ella. Dicho hombre la hechizó, convirtiéndola en una mujer fea y vieja.

Otra adaptación de la leyenda dice que aparece en lugares cercanos al agua, ya que se suele bañar al mismo tiempo que peina su cabello con un peine de oro. Los hombres que la observan en esta situación quedan embrujados por la hermosa mujer, es entonces cuando ella los llama, ya se los ha ganado muestra su rostro con apariencia de caballo. Sus víctimas ven sus ojos rojos y la piel arrugada, sus uñas crecen al momento en que desata una risa aterradora.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares